La Anorexia
La anorexia
La anorexia (ausencia de apetito) y la bulimia (hambre voraz) son dos trastornos alimentarios que se presentan con mayor frecuencia en la etapa de la adolescencia y en los adultos jóvenes; el género femenino es el que más los padece.El término anorexia, aunque etimológicamente
significa pérdida del apetito (derivado del prefijo "an" y del griego
"orexis") no está adecuadamente expresado, pues las personas con
anorexia nerviosa se niegan a comer para conseguir la delgadez, pero la
sensación de hambre puede estar presente, no sólo al inicio de la enfermedad,
sino también durante ésta. Por lo general sólo pierden el apetito cuando están
en pleno estado de emaciación.
La búsqueda de la delgadez es para ellos el
centro de su vida. Este estilo de pensamiento extremo los lleva a una
disciplina muy rígida en la dieta, cuyo éxito le da un sentido de eficiencia a
sus vidas y la sensación de tener un núcleo de personalidad propio
Por lo general comienzan con una disminución
de la ingesta, sobre todo de alimentos con alto contenido calórico (hidrato de
carbono y grasa), y muchos de ellos acaban con una dieta muy restringida,
limitada a unos pocos alimentos. El ejercicio físico excesivo es también
típico. No reconocen el cansancio y mantienen un alto nivel de actividad, y es
el ejercicio parte de esa autodisciplina para no convertirse en obeso.
Se
especifican dos tipos de anorexia
Tipo
restrictivo: la pérdida de peso se obtiene haciendo dietas, ayunos o ejercicio
excesivo. No se recurre a atracones ni a purgas.
Tipo
compulsivo-purgativo: se recurre regularmente a medidas purgatorias como
inducción al vómito, uso de laxantes, diuréticos y enemas
¿Cómo
se detectan los trastornos alimenticios?
Señales
físicas
Algunos
indicios de los trastornos alimenticios son detectables a simple vista. En el
caso de la anorexia, el primero y el más visible es la continua y prolongada
reducción de peso, que puede conducir a la delgadez extrema y a la
desnutrición; ésta se refleja en la piel reseca y con color grisáceo o
amarillento, las uñas quebradizas, el debilitamiento o la caída del cabello, la
intolerancia al frío y la persistencia de bajas temperaturas en pies y manos,
que adquieren un color morado.
Las
personas con trastornos alimenticios se aíslan socialmente, se vuelven
irritables, se sienten culpables o están malhumoradas
La
permanente preocupación por el peso y la delgadez de quienes sufren estos
padecimientos, por un lado, se extiende al entorno social, de tal modo que
critican incisivamente la gordura y, por otro, preguntan constantemente a los
demás cómo se ven y se comparan insistentemente con otras personas. Como la
percepción de sí mismos es distorsionada, recurren a los otros en busca de
aseguramiento y corroboración.
Tratamiento.
El
médico, el psicólogo y el nutriólogo son los especialistas que tratan los TCA.
El propósito principal del tratamiento, que puede ser largo, es que la persona
modifique los pensamientos distorsionados relacionados con la comida y la
imagen corporal, vuelva a tener una nutrición adecuada y un peso saludable,
reduzca el exceso de ejercicio y detenga los atracones y las purgas.
Emaciación: (Del latín emaciare) se trata de un
adelgazamiento patológico.
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